jueves, 11 de octubre de 2012

REFLEXIONES : PICOR DEL REFLEX SOBRE HERIDA O LURKER MEJIDE.

Como sociólogo autodidacta, masón e hijodeputa que soy, siempre he sido persona de fijarme mucho en los comentarios del You Tube, algo que es considerado por muchos una patología mucho peor que buscar la respuesta en internet cuando te encuentras mal. Pero, la verdad, cuando uno vive muy metido en su mundo y microcosmos particular de gustos y colegas, el hecho de chequear un poco lo que comenta la peña por ahí te da una pequeña visión de como está el panorama del patín en lo referente a mayorías, opiniones generalizadas, marabuntas de acoso y derribo, mequetrefes, filósofas (de amor al sofá, no a la sabiduría), etc. etc.

Curioso me ha parecido al ver este vídeo de Lurker Lou, patinador que casi idolatro, pero que cometió el error de meter sus barbas en esa cochambrosa Operación Triunfo del patín y, poco más o menos, convertirse en el Risto Mejide del formato. Claro, Lurker no es Cairo Foster ni un pro consagrado de esos que pueden cagar en la boca de un niño y nadie diría nada, es un elemento de ese skate un poco más crudo y callejero, de ese al que muchos niñatos les parece fácil porque no hay handrails de 12 escaleras de por medio y porqué, fundamentalmente, ni han pisado los spots que surgen de la crudeza de la calle, en los que hacer el truco más simple puede ser una proeza equiparable a la más ninja de las chirivueltas en un park o un spot perfecto. Bueno, amigos, la canción de siempre, ésta ya nos la sabemos de carrerilla. Supongo que los de SLAP, para su OT particular, buscaron entre los jueces a un experimentado hombre del asfalto más puro, para contraponer su opinión o aportar su granito de arena junto a jueces que presentaban otro perfil, lo cual me parece buena idea, pero, realmente, este tipo de movidas en general me parecen una mierda pinchada en un palo verde y, visto está, que cuando ciertos personajes del "underground" sacan su cabeza a la palestra siempre habrá esa banda de enanos que se te suben a las barbas por meterte en el circo equivocado.