martes, 15 de mayo de 2012

WELCOME TO PARADISE

Suelo estar muy a favor de los clips del llamado cruising, lo cual, además de esconderse en un bosque de Cala Romana a esperar que un éfebo de origen magrebí te borre tu hasta entonces inmaculado fistro vaginal, además significa algo así como "patinar de cubaneo sin romperse demasiado las bañas con los trucos".

Estoy a favor porque, para mi, es como ir a un exámen sin estudiar y es un TEST VERDADERO de cómo patina alguien. Claro que ahí ya entramos en el frondoso y alocado jardín de los gustos de cada uno,pero la verdad, la cinta underground de Josh Kasper haciendo cruising (en Cala Romana, en San Pakro o en Osaka), prefiero que siga ahí, bajo tierra, en Roswell (Nuevo México), con los extraterrestrials qué tienen hijos espiritualmente a través de las manzanas.

Los reyes del cruising en monopatín, como todos sabemos o deberíamos saber, són los habitantes de ese país experto en no saquear supermercados cuando todo se va a la mierda, en misteriosos guerreros que andaban sobre las aguas, en estampar aviones contra puertos hawaianos y en cocinar platos que romperían los esquemas psicológicos de tu abuela si te los zampas en Domingo de Ramos.

Cruising forever. Pero sin mariconadas.