Ver una parte olvidada de un vídeo que se produjo hace 20 años puede ser como aquel olor que se convierte en un sensorial Déjà Vu que, a todos los niveles, nos devuelve por un instante una parte de nuestra vida que ya fue.
Desde luego toda esa experiencia se torna real cuando le echo un vistazo a este fragmento del "Love Child " que la casa World Industries lanzó a la palestra hace ya prácticamente 4 lustros, el patimonodancista se llamaba Jed Walters, un nombre que suena a cowboy o a vendedor de elixires milagrosos en el lejano oeste. La verdad que la influencia de esta parte en un servidor que os habla todavía la siento y, aunque algo desconocida por muchos, para mi ha sido un referente más o menos fijo. Dadas estas circunstancias, os animo a que indaguéis en vuestro imaginario y vuestra experiencia, pensadlo un poco y comunicarme qué parte "algo desconocida" creéis que ha tenido un peso considerable a la hora de configurar vuestro engorile o visión del patín; simplemente porque la pluralidad y la versatilidad es lo más grande de este actividad que nos ocupa un poco las vidas.