De todas formas, esta parte del 2003, aunque fantástica para mi gusto, no es mi preferida, aunque con la historia detrás, me parece normal que para él sea digna de recordar, pues la grabó tras haberse roto el cuello poco tiempo atrás y haber dejado de patinar bastante tiempecillo... Y es que os regresos con fuerza siempre son muy gratificantes tras atravesar esos momentos de dolor en los que no puedes patinar e incluso la incertidumbre de si vas a volver te atornilla el cerebro. Respetando ese sentir, me atrevería a decir que es una parte muy buena, pero que no me transmite tanto como otras que ha hecho en otros momentos, sin atender a si los trucos son mejores o peores, que es algo en lo que nunca me fijo demasiado, como cuando escucho una banda y no me fijo en si los acordes son más fáciles o más difíciles, simplemente me dejo llevar por las sensaciones de una canción o de un álbum. Mi manera de entender todo esto es la misma y, por alguna razón, disfruto más con otras partes de este caballero, quizás uno de los que más respeto me hacen sentir a todos los niveles. Una de esas partes podría ser la que sigue, en el primer vídeo de Toy Machine "Heavy Metal" (1995), dónde saca a relucir esa aplastante personalidad que le hace inconfundible sobre la tabla, esa personalidad que emboba y no te pone un medidor de trucos en el ojo, porque no es lo que piensas cuando le ves, aunque su mierda es colosal. Buena mierda desde tiempos remotos. Señores...Ed Templeton.
miércoles, 25 de abril de 2012
FANATISMOS: ED TEMPLETON.
En el siempre interesante apartado CLASSICS de THRASHER, un rincón que no sé si tiene mucho éxito en nuestras siempre elevadamente culturales Españas, pero que parece que en Estates goza de una aceptable salud en cuanto a audiencia se refiere, ha concedido esta semana a Ed Templeton de presentarse a él mismo como un clásico. Este mito viviente, con canas en la barba ya (como un servidor), resulta que logra presentar su parte en el vídeo "This is skateboarding" de Emérica como admirable y crucial sin sonar pomposo al decirlo, supongo que son cosas del aura de cada uno, según quien lo hiciera parecería una peste absoluta o una procesión del autobombo.
De todas formas, esta parte del 2003, aunque fantástica para mi gusto, no es mi preferida, aunque con la historia detrás, me parece normal que para él sea digna de recordar, pues la grabó tras haberse roto el cuello poco tiempo atrás y haber dejado de patinar bastante tiempecillo... Y es que os regresos con fuerza siempre son muy gratificantes tras atravesar esos momentos de dolor en los que no puedes patinar e incluso la incertidumbre de si vas a volver te atornilla el cerebro. Respetando ese sentir, me atrevería a decir que es una parte muy buena, pero que no me transmite tanto como otras que ha hecho en otros momentos, sin atender a si los trucos son mejores o peores, que es algo en lo que nunca me fijo demasiado, como cuando escucho una banda y no me fijo en si los acordes son más fáciles o más difíciles, simplemente me dejo llevar por las sensaciones de una canción o de un álbum. Mi manera de entender todo esto es la misma y, por alguna razón, disfruto más con otras partes de este caballero, quizás uno de los que más respeto me hacen sentir a todos los niveles. Una de esas partes podría ser la que sigue, en el primer vídeo de Toy Machine "Heavy Metal" (1995), dónde saca a relucir esa aplastante personalidad que le hace inconfundible sobre la tabla, esa personalidad que emboba y no te pone un medidor de trucos en el ojo, porque no es lo que piensas cuando le ves, aunque su mierda es colosal. Buena mierda desde tiempos remotos. Señores...Ed Templeton.
De todas formas, esta parte del 2003, aunque fantástica para mi gusto, no es mi preferida, aunque con la historia detrás, me parece normal que para él sea digna de recordar, pues la grabó tras haberse roto el cuello poco tiempo atrás y haber dejado de patinar bastante tiempecillo... Y es que os regresos con fuerza siempre son muy gratificantes tras atravesar esos momentos de dolor en los que no puedes patinar e incluso la incertidumbre de si vas a volver te atornilla el cerebro. Respetando ese sentir, me atrevería a decir que es una parte muy buena, pero que no me transmite tanto como otras que ha hecho en otros momentos, sin atender a si los trucos son mejores o peores, que es algo en lo que nunca me fijo demasiado, como cuando escucho una banda y no me fijo en si los acordes son más fáciles o más difíciles, simplemente me dejo llevar por las sensaciones de una canción o de un álbum. Mi manera de entender todo esto es la misma y, por alguna razón, disfruto más con otras partes de este caballero, quizás uno de los que más respeto me hacen sentir a todos los niveles. Una de esas partes podría ser la que sigue, en el primer vídeo de Toy Machine "Heavy Metal" (1995), dónde saca a relucir esa aplastante personalidad que le hace inconfundible sobre la tabla, esa personalidad que emboba y no te pone un medidor de trucos en el ojo, porque no es lo que piensas cuando le ves, aunque su mierda es colosal. Buena mierda desde tiempos remotos. Señores...Ed Templeton.