Bueno, en serio, de vez en cuando algún clip con cara, ojos y buen sabor aparece en la red. Estas cosas que nos divierten a los que vivimos quemados de la épica de los nombres vendetablas o aburridos de esto, aquello y lo de más allá. Sigo rompiendo lanzas a favor de exprimir el espacio y no la sobremaniobra antinatural, incluso desde la desdicha de ir perdiendo adeptos entre mis más allegados, una especie de ciclo en el que hay que confiar, pues porque cuando algo inaudito se llega a ver normal, la frialdad no nos deja disfrutar de lo especial que puede ser una cosa. Nunca lancéis la toalla al suelo preocupados por lo que os rodea, nadie es profeta en su tierra y todos tenemos almas gemelas en algún lugar, alguna sesión idílica, participativa, hermana...algo perdido por ahí que de encontrarlo sería nuestra morada.
Estos clips de impronunciable autor (otras veces lo he pronunciado, el calor me hace inventar excusas) me hacen sentir como en casa aunque vengan de la lejanía transatlántica, "home is where the heart is" y aunque la toalla sigue firme en mi mano, no la tiraré aún por mi escena, aunque todo el mundo se haya reivindicado y haya cogido la piña de antes y se la haya metido por el ojete. Un ambiente de provincias condenado a su cruz de por vida y un túnel que abrió la puerta, cada vez para menos gente.