Si bien los viejos tripulantes de este navío solemos ser de tierras costeras y bañadas de tranquilas olas mediterráneas, algunos grumetes más jovenzuelos del barco proceden de la metrópolis de la avellana o de la Montaña Roja. En esta ocasión, el BITT resume una tarde que el almirante Ernest pasó con estos amigos del patín sin malos rollos en la famosa plaza de los planos de madera, un lugar en el que no se patina mucho por la disconformidad de la vecindad y la presteza con la que los cuerpos policiales pueden aparecer. Todos estos condicionantes hacen que cualquier cosa grabada allí sea oro para nosotros, como igual de valioso es ver que, a pesar de los competis cutres y subnormales que han dado las nuevas generaciones, todavía existirán personas que verán el patín de un modo parecido al nuestro.
Hace tiempo ya colgué unas fotos de esa sesión a la que imperdonablemente falté (estaba en un jacuzzi con Jose María Aznar, gozando de lo más rico de la vida), ahora algunos momentos de esa sesión los tenemos en formato vídeo al más puro estilo de esta casa.
