Ya lo decía el anuncio: "DONETES, hace amigos"...la verdad es que la amistad me parece un valor muy loable, siempre y cuando ésta sea verdadera y todo el rollo. En una actividad en la que los egoístas se cuentan por millares, cada vez que uno ve un atisbo de humanidad, hasta se emociona. Esos atisbos de sensibilidad y comprensión al prójimo como que aún sigo esperándolos de algunas personas, inocente de mi, y el día que lo hagan seguro que haré como si nada hubiera pasado. Desde luego, Portania no es un campo de setas y los módulos no son una suerte de caprichosos y fortuitos hongos patinables que surgen de la nada. Todo lo bonito tiene una cara no tan bonita, pero la verdad, la diversión y las risas que ha habido mientras he podido compartir la construcción de alguna parte de este rincón de mundo, todavía hacen que sienta más pena por aquellos que sólo parecen interesados en aparecer para patinar y luego desaparecer como tornados que absorben el trabajo de los demás y se lo llevan al País de las Maravillas.
Nuevamente, con unos resquicios de batería, el filmer de esta casa, con su proyecto personal de enaltecer todo lo que es D.I.Y., pudo sacar unas tomas del día de la inauguración del bordillo, una modesta muestra de lo que en realidad se vió allí esa tarde productiva y calurosa, tanto que algunos nos ofrecen sus torsos juveniles y semidesnudos, cosa que ya me hace rechazar un clip de antemano, pero con este, evidentemente, haré una excepción.